lunes, 15 de junio de 2009

TANTO CACHARRO PA NÁ


-Hoy me ha dado por pensar (qué queréis, a veces me pasa). Esto de las nuevas tecnologías, las redes sociales, los móviles... Vaya por delante que no tengo nada en contra del avance tecnológico, es más, me aprovecho bastante de ello, pero es que a veces se producen situaciones chanantes.

Sí, cuando se supone que tenemos más información que nunca a nuestro alcance y estamos a un simple click de ratón para hablar con Nueva Zelanda, tengo la sensación de que sabemos menos, estamos más desinformados y mucho más incomunicados. Al final estamos sobresaturados; que si tuenti, facebook, gmail, hotmail, el móvil...

No hay que irse muy lejos en el tiempo para recordar que no hace mucho quedabas con tus amigos llamándoles desde tu teléfono fijo de casa a su respectivo teléfono fijo. O estaba tu amigo en casa, con lo cual no había ningún problema en hablar con él y quedar para tomar unas cañas, o no estaba. No había más opciones (vale, podía estar follando y por eso no cogía el teléfono, pero conozco a mis amigos y sé que son gente decente). Este a su vez seguía la cadena y llamaba a otro amigo, que a su vez llamaba a otro amigo...

Ahora el panorama ha cambiado mucho, pero muuusho muuusho. Ejemplo: Una amiga te manda un privado al tuenti para quedar, tú lo lees, le mandas el respectivo mensaje a otro amigo para que a su vez vaya avisando a los demás ¡MAL! Siempre hay uno que no se conecta (yo), otro que sólo lo hace antes de comer, otra que lo hace por la tarde... y así se jodió la cadena ¿No me creéis? Pues ea, otro ejemplo al canto: ¿Cuántos de vosotros os enteráis de los sms que os mandan al móvil? ¿Nunca os despistáis? ¿O cuántas veces olvidáis quitar el modo silencio en vuestro móvil?

Mientras uno te manda un mail que no lees, otra te manda un sms que olvidas contestar y tu madre no para de llamarte al móvil que, por supuesto, está en vibración dentro de tu mochila. Y todo esto sin escuchar como un amigo, desde la otra acera, te saluda; vas escuchando música en tu ipod.

Al final, tanto cacharro para nada, cada vez estamos más incomunicados y nos volvemos más individualistas. Bueno, voy a coger la cartera, las llaves, el móvil y el mp3, que he quedado... si no ha fallado la cadena.

2 comentarios:

  1. JAMÁS tendré facebook ni tuenti (o como se llame). LOS ODIO.

    ¿Y las cabinas de teléfono? ¿Qué fue de las cabinas de teléfono? Aún recuerdo años ha, en la playa, esos veranos en que tenía que guardar colas de una hora para llamar a mi novia. Pero era tan romántico...

    Ahora ni la gente llama en cabinas ni yo soy romántico.

    Un abrazo, Hugo!

    ResponderEliminar
  2. ¡Yo tenía tarjeta para cabina! Pero al final sucumbí y caí en las garras de la telefonía móvil.

    Un abrazo, Carlos

    ResponderEliminar