jueves, 18 de junio de 2009

007


-Como periodista frustrado de diversas gacetillas estudiantiles y regionales, sé lo que significa que se acerque el verano para un periodista. En verano nunca pasa nada, los políticos se van de vacaciones, la gente disfruta de las playas (o de la crisis)... en fin, que te las ves y te las deseas para encontrar titulares. Es en esta época cuando los periódicos y las televisiones tiran de noticias chorras. Ayer tuvo su momento de fama la chica estrellada y hoy le toca el turno a dos estudiantes pamploneses que robaron un examen.

Calificar de estudiantes a estos chavales resulca casi hasta excesivo; son unos cutres, además de un poco tontos, pero los cabrones se lo tenían bien montado. Hasta habían hecho una copia de la llave de la sala de profesores.

En mi época de instituto, que cada vez veo más lejana, nos las ingeniábamos como toda la vida se ha hecho: con chuletas. No es por presumir, pero mis bolígrafos declinadores de latín y de griego fueron bastante famosos. Los chavales de ahora van a lo grande, con dos cojones.

Los susodichos estudiantes, con nocturnidad y alevosía y en plan 007, se introdujeron desde la ventana de uno de los servicios, se dirigieron a la sala de profesores, forzaron varias taquillas hasta encontrar sus exámenes, y pasaron a dar el cambiazo: sustituyeron sus exámenes suspensos por otros de sobresaliente (olé vuestros huevos) y ya que estaban por ahí, se afanaron futuros exámenes que les estaban al caer.

Todo les hubiera salido bien pero, ¡ay amigos! la policía no es tonta. Unos guardias forales de patrulla los pillaron con las manos en la masa, y según su informe policial, les sustrajeron "diverso material escolar así como folios manuscritos que resultaron ser exámenes", que hay que ver que lenguaje más fisno el de estos forales; eso de folios manuscritos... ¡coño, no creeríais que iban a robar folios en blanco porque no tienen en casa papel para escribir! Los chavales, lógicamente, han pringado: los han expulsado y les quieren acusar de unos cuantos delitos menores.

Yo cada vez alucino más con este tipo de chavales. Se ve que me he quedado anticuado. Desde mayo, me han llegado varios mails de empresas que se dedican a vender pinganillos. Yo, cuando leía lo de pinganillos, pensaba en mi abuela, en sus aparatos de oído. Pues no, el pinganillo es el pinganillo de toda la vida, el que usan en televisión, y en los mails, no creáis que se cortan, te los venden, pero no para que los uses en el plató de una televisión, no, te los venden para que hagas exámenes, para que te chiven las respuestas, y además te ofertan chuletas con varios temarios.

Lo dicho, nos espera un verano de noticias chorras,

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