viernes, 11 de septiembre de 2009

UNA REFLEXIÓN


-Leía hace unos meses en Público un artículo muy interesante: “Los médicos recetan muchos ansiolíticos”. Así reza el título de este artículo. No está mal el análisis que hace. Llega a decir que “este tipo de fármacos ha llevado al paciente a la búsqueda perpetua de la felicidad”. Curioso, muy curioso.


Nos vendieron la fluoxetina como la pastilla de la felicidad, más conocida por su nombre industrial, prozac. Estudios recientes demuestran que no es así, no sólo no es felicidad lo que proporciona la fluoxetina, sino que tampoco tiene la efectividad que nos anunciaban. Aclaro un punto (con ese “nos” de antes me refiero a la industria farmacéutica, esa gran hija de puta). La fluoxetina funciona casi en 1/3 parte de los casos como placebo; la mejoría del paciente se debe única y exclusivamente a este efecto. Además, no nos engañemos, no es felicidad lo que nos venden (de nuevo el “nos”), es euforia, que no es lo mismo.


El artículo también habla de la necesidad de tener más psiquiatras y psicólogos para atender estos casos de salud mental moderados, que son la ansiedad y la depresión. Es decir, que el médico de familia nos envía al especialista. Quizás otra solución, sería mejorar la Atención Primaria y no cargar de responsabilidades adicionales a estos médicos, que bastante se esfuerzan ya en llegar a atender a cada paciente al menos 10 minutos, y a veces ni eso. Yo me pregunto: ¿cómo quieren que nos diagnostiquen bien con tan poco tiempo? ¿Y por qué nos tienen que derivar a un especialista? ¿No sería mejor incluir psicólogos en la Atención Primaria?


Ahora vamos a otro punto. Parece que el avance tecnológico y científico no ha traído consigo la felicidad esperada. Jornadas laborales inacabables, imposibilidad de conciliación laboral y familiar, la presión por entrar en el mercado laboral... ¿de verdad es tan extraño que busquemos la felicidad? Con la entrada en este nuevo siglo, los casos de trastornos del sueño, ansiedad y depresión se han disparado. Quizás la solución no sean ni la terapia ni los psicofármacos, quizás, y sólo quizás, la solución está en otro tipo de sociedad, más libre, sin tantas presiones y con la posibilidad verdadera, auténtica, de ser felices.


La industria farmacéutica... Sólo puedo decir de ellos que tienen un departamento de márketing y publicidad muy bueno. Tienen la solución para todo. Incluso para las enfermedades que no existen, tienen remedio. Tómese usted esta pastilla y verá qué bien. Nos están convirtiendo en unos esclavos de las pastillas, en unos drogadictos que acuden a su médico para buscar la dosis de droga necesaria para aguantar en pie, para ser explotados. Es el nuevo opio del pueblo


¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿Qué es lo que nos espera con este sistema tan voraz que sólo es capaz de fabricar crisis e infelicidad? No lo sé, pero yo, por si acaso, voy a tomarme mi pastilla.


Hugo Chinaski

1 comentario:

  1. Dinero Master...,todo lo domina..,primero es e dinero,luego la salud de la gente..muchas veces es peor el remedio que la enfermedad,triste pero cierto..

    Abrazos Crack!

    PD:¿Para cuando nueva song?:-)

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