domingo, 20 de septiembre de 2009

FANTASMAS TRANSOCEÁNICOS


-Creo que en otra entrada hablaba de los comienzos, de lo bonito que es volver a reconstruir. Da miedo afrontarla, lo reconozco, pero todo es ponerse. Eso sí, hay que hacerlo bien, poner unos cimientos firmes para cuando venga el lobo a soplar (sí, de pequeño leí el cuento de los tres cerditos).

Tampoco te puedes pasar toda una vida en construir esos cimientos, hay que mirar siempre al futuro, seguir adelante. Por eso soy de los que piensa que para reconstruir, para volver a empezar, hay que estar muy seguros de que no dejamos nada atrás, porque todo lo que dejemos apenas será una pálida imagen en nuestro nuevo comienzo. El que se va, jamás debe de mirar atrás.

Y ese mirar atrás es el culpable de que muchos edificios se derrumben a la mínima que sopla el viento o hay un pequeño temblor de tierra. Los fantasmas del pasado, todos nuestros miedos, siempre, siempre, nos perseguirán, aunque pongamos un océano de por medio.

Usen hormigón del bueno en sus reconstrucciones, y si necesitan ayuda, no duden en pedirla.


PD: Creo que con tanta entrada relacionada con ciertos temas personales difíciles de disfrazar, mis amigos/as van a dejar de hablarme; me pasará como a Woody Allen en Desmontando a Harry.

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