domingo, 30 de agosto de 2009

DOY FE


-Como mi amigo el notario, doy fe. Amadísimos lectores, los celos son la angustia a perder el objeto de deseo, el miedo a que sea sustraído por otra persona. Sin rival, no hay celos. A veces el rival es uno mismo, o al menos eso pienso yo.

El celoso sospecha de alguien, y ese alguien se convierte en algo hostil, pero cuando uno sospecha de uno mismo, no hay lugar a la esperanza, sólo queda una relación enfermiza, porque creeedme cuando os digo que el celoso no ama, el celoso odia su objeto de deseo. Desconfianza nunca conjuga con amor.

En el momento en que el celoso desconfía de su objeto de deseo, no hay lugar para el amor. Los celos son insuperables y responden a una profunda insuficiencia e inseguridad del sujeto que los padece.

Todos los hombres matan lo que aman,

el cobarde lo hace con un beso,

el valiente con una espada...


(Oscar Wilde)

Y por último, ante los celos no cabe la argumentación o el razonamiento, sólo el tratamiento médico.

2 comentarios: