martes, 11 de agosto de 2009

HUMOR AMARILLO


-Me encanta la comida asiática, su literatura, su filosofía tan vitalista y espiritual, pero sobre todo, y de esto tiene la culpa Humor amarillo, me encantan sus historias cotidianas, porque vale, en Ejpaña (¡Viva Paña, coño!) también pasan cosas muy chanantes, pero es que las cosas que hacen los japos... me supera. Me descojono de la risa.

Os voy a contar varias historias que he leído estos días:

1ª) Multan a un surcoreano por besar a una chica con la que había quedado por internet, es decir, una cita a ciegas. Bueno, parece poca cosa, una noticia sin chicha ni , pero es que el tipo, por llamarlo de alguna manera, hipnotizó a la chica, o al menos eso creía, y cuando pensaba que estaba en trance, ¡zas!, se lanzó y le plantó un beso en todos los morros. Joder, eso está feo tronco. He visto tácticas mejores (la de la pestaña mola, le pides que cierre los ojos para quitarle algo que tiene en la pestaña y le plantas un beso, es rastrero, pero funciona). De todas formas, muy mal lo tuvo que hacer para que la chica lo denunciara. Para colmo de males, tiene que pagar una multa de 1.700 euros (pobrecillo).

2ª) Esta vez se trata de un japonés. El tipo, al que se le quedaban pegadas las sábanas para ir a trabajar, no tenía otra ocurrencia mejor que tirar del freno del tren en el que se montaba todos los días para ir a la oficina cada vez que llegaba tarde. Hombre, una vez, vale, dos, pase, tres me parece demasiado, ¡pero seis, y en menos de un mes...! Tío, cómprate un despertador nuevo o madruga un poco más, que todos los días no son fiesta. Así que las cosas acabaron como acabaron. La policía, alertada por la compañía de trenes, se puso a investigar hasta que lo pillaron con las manos en la masa. Este no es un pobrecillo, este es un pringao.

3ª) Toca irse más al sur, concretamente en Malaisia. Un profesor descubrió a su alumno favorito (que menos mal, porque si llega a ser el quinqui de la clase...) con un encendedor y unos cigarrillos en su mochila. Me sorprende bastante que un profesor hurgue en las mochilas de sus alumnos, pero en este país el castigo físico está permitido.

Bueno, pues el susodicho profesor, hizo fumar a su alumno predilecto del alma dos paquetes de tabaco en dos horas, delante de sus compañeros, que el pobre chico no daba abasto, ¡hasta se los tuvo que fumar de cuatro en cuatro! Claro, la historia acaba como la primera: denuncia al canto y, además, suspensión del profesor. A este tío no sé si calificarlo de subnormal profundo o de héroe; creo que de subnormal profundo, porque eso no lo hace en la deep Spain; más que nada porque le dan de hostias los alumnos.

Bueno, he aquí mi repaso a la actualidad asiática. Mi conciencia me dice que hago mal riéndome de estas cosas, pero Humor amarillo... todavía recuerdo las hostias que se llevaban :)
¡Viva Takeshi Kitano!

1 comentario:

  1. nunca me ha gustado humor amarillo...

    qué cosas más extrañas hace esta gente!

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